CX
desolación;
la marabunta
arrasa con el paisaje
CIX
amenazantes
sonidos de tormenta;
huyen los miedos
CVIII
nubes de azúcar;
el cielo es un festín
para las aves
CVII
bravío río
bajando caudaloso;
temor latente
CVI
lluvia en los charcos;
la tempestad eleva
cúpulas de agua
CV
llega vestida
de aves la primavera;
nido es tu boca
CIV
el ciervo azul
alerta sus instintos;
olor a muerte
CIII
desconcertados
huyen los animales;
la tierra tiembla
CII
anciano y niño
dialogan en el campo;
esparcen vidas
CI
los picaflores
liban en los jardines;
semejan flores
C
llegan bandadas
de palomas silvestres;
tiempo de siega
XCIX
el noble árbol
no lamenta su tala;
muere de pie
XCVIII
mantos de nubes
cubren al firmamento;
domingo gris
XCVII
besos de piel;
dulzor enmascarando
labios del alma
XCVI
aves presencian
la parición del día;
nacen con él
XCV
suenan tambores
cantando letanías;
llantos rituales
XCIV
corre ruidoso
arrastrando abundancia;
río revuelto
XCIII
sobre el temblor
danzan las esperanzas;
ritmo macabro
XCII
la madrugada
el preparto del día;
su génesis
XCI
tibio amanecer
acaricia los rostros;
parte la noche
XC
clamor del río
furiosos remolinos;
pesca segura
LXXXIX
la eterna noche
sustenta los temores;
viene por mí
LXXXVIII
las noches calmas
los pájaros que duermen;
habrá mañana
LXXXVII
vuela un gorrión
del hueco de tus manos;
adiós libertad
LXXXVI
del almanaque
se renuevan las hojas
¿Y de la vida?